Ambliopía en los niños
¿Qué es la Ambliopía en los niños?
Es la pérdida de la agudeza visual, en uno o ambos ojos. Se presenta sin alguna lesión orgánica identificable en las vías visuales.
¿Y qué es la agudeza visual?
Es la capacidad de nuestro sistema visual para detectar detalles de objetos considerando su tamaño, contraste, iluminación y distancia.
¿Qué tiene que ver con tus hijos?
La Ambliopía se presenta durante el periodo “crítico” del desarrollo visual temprano.
El periodo “crítico” es cuando el sistema visual conserva la plasticidad, en especial la corteza visual. Este proceso no se completa al momento de nacer, sino que continúa hasta alrededor de los seis a nueve años de edad. Después de este periodo crítico, el sistema visual ya no es vulnerable a la Ambliopía.
¿Por qué es importante detectarla en una fase temprana de la niñez?
Hay que detectar a tiempo porque es difícil tener éxito en el tratamiento una vez que terminó ese periodo.
Factores de riesgo
Estos factores incrementan dos a seis veces la probabilidad de Ambliopía.
- Retraso del desarrollo.
- Antecedentes familiares positivos.
- Premadurez
¿Cuál es la edad recomendable para llevar a valorar a mis hijos?
Se recomienda las siguientes edades para la detección rutinaria de problemas visuales en los niños.
- Recién nacido a tres meses.
- Seis meses a un año.
- Tres años
- Cinco años
Recuerda que el momento óptimo para diagnosticar y tratar la Ambliopía es su aparición, pero es crucial hacerlo antes del final del periodo crítico.
¿Cómo puedo detectar si mi hijo tiene Ambliopía?
La manera efectiva es llevarlo con un Oftalmólogo certificado para que le realice una revisión profunda.
Sin embargo puedes darte cuenta que algo no está bien cuando existe:
- Falta de alternancia entre los ojos.
- Incapacidad para mantener la fijación con uno de ellos.
- Cuando el niño se rehúsa con insistencia a la oclusión de uno solo de los ojos, sufre deficiencia visual en el ojo que permite cubrir.
- La agudeza visual también puede valorarse en niños que todavía no hablan con pruebas electrofisiológicas.
Visita a tu oftalmólogo por lo menos dos veces al año.