Siempre, aunque el paso del tiempo es inevitable y causa cambios en las estructuras de los ojos, podemos realizar acciones tanto preventivas como correctivas, que de realizarse a tiempo pueden retardar o evitar las afecciones que se generan con la edad o ciertas condiciones que pueden dañarlos.

Por lo general, la recomendación más económica y deseable es llevar a cabo revisiones de rutina para el cuidado de los ojos, las cuales están diseñadas para examinar de forma completa la visión. Se pueden llevar a cabo con una periodicidad que va en relación al grado de riesgo que se tenga, por ejemplo, si se considera una persona sana puede ser una cada 4 años y si se tiene factores de riesgo una vez cada año o más frecuentemente si su médico se lo pide.

Otra recomendación, que puede prevenir muchas complicaciones, es tener control de las enfermedades sistémicas o degenerativas como la diabetes o la presión arterial elevada. Al controlarse disminuye la incidencia de enfermedades oculares resultantes de éstas.

El cuidado de los ojos a la exposición a los rayos UV (ultra violeta) con lentes de sol con bloqueador y sombreros de ala ancha, es esencial. Así mismo, dentro de este rubro está el uso de lentes protectores cuando exista la posibilidad de algún daño ocular en el medio laboral.

La alimentación puede ser otro factor que coadyuva a prevenir enfermedades, aunque no está demostrado contundentemente, se están haciendo estudios en donde al parecer la falta y obvia sustitución de algunas vitaminas y minerales afecta o benefician la agudeza visual.

Por último, es recomendable que conozcamos los síntomas más comunes de algunas enfermedades visuales, tales como, cambios repentinos de la visión (borrosa, doble, nublada, ver chispazos de luz o sombras, perdida de la vista en algún ojo, etc.), también dolor importante repentino, son factores que requieren que acuda con su médico a la brevedad.