La aspirina es un fármaco comúnmente utilizado para combatir dolores, inflamación y reducir la elevación de la temperatura y es uno de los medicamentos más consumidos en el mundo desde hace muchos años.

Sin embargo, sus beneficios se han extendido ampliamente, al grado de que se piensa que ayuda a prevenir la aparición de cáncer de colon, que sirve como neuroprotector para evitar la degeneración inflamatoria del Alzheimer y lleva estas mismas propiedades antiinflamatorias para paliar algunas afecciones provocadas por el SIDA, así mismo tiene propiedades anticoagulantes que previenen infartos.

Lo anterior se suma a las bondades que según el vox populi ha ido agregando a la lista ya larga de beneficios de este salicilato, ha hecho de éste el medicamento más importante del siglo XX.

Sin embargo, recientes estudios en el área de la oftalmología realizados por el doctor Gerald Liew, indican que el consumo de este medicamento duplica al doble el riesgo de padecer degeneración macular.

La degeneración macular es la principal causa de ceguera en los ancianos y afecta a la mácula que es la parte del ojo que se encarga de que veamos los detalles finos y que puede causar ceguera en sus etapas avanzadas.

El estudio ha sido un extenso seguimiento de pacientes que consumen aspirina de una dos veces a la semana y los resultados aportaron la información de que estadísticamente un 25% de estos pacientes habían desarrollado la degeneración macular.

No obstante, anteriormente se han hecho otros estudios en donde la aspirina igualmente ha sido mencionada en el mismo sentido de afectar la visión, pero la comunidad médica ha sido discreta en el sentido de recomendar que se deje de tomar la misma, dadas las bondades que ofrece y que hemos mencionado al inicio de este articulo y que en algunos casos ponderan los beneficios sobre las posibles complicaciones cardiovasculares u oncológicas principalmente.